martes, 18 de septiembre de 2012

¿VIOLENTOS NO, NO Y NO?

La cruzada anti-Biris Norte continúa por parte de José María Del Nido. No sólo persisten las exageradas y represivas medidas adoptadas por parte del club en la entrada a la parte central de gol norte sino que el presidente sevillista anuncia con su habitual vehemencia la permanencia "durante los próximos 30 años" de esta injusta persecución. 

La respuesta del grupo está siendo igual de vehemente. Su rechazo a soportar este inmundo chantaje está siendo encomiable. Si Del Nido habla de no dar ni un paso atrás Biris Norte responde de la misma manera, no cediendo al chantaje de este dictador y acudiendo puntualmente como los últimos 37 años a su cita en el Sánchez Pizjuán. De mamazo (como diría nuestro gran Joaquín Caparrós) es ver a la peña fuera del estadio dejándose la garganta para animar a nuestro querido Sevilla Fútbol Club. Igual de admirable su presencia siempre incondicional en cada estadio en el que vaya a jugar el equipo más grande de Andalucía. Y con eso quiere acabar el prepotente de Del Nido. Manda huevos...




La estrategia de José María Del Nido está clara. Su intención no es ni más ni menos que intentar acallar a la parte más ruidosa de la afición sevillista que ya se estaba empezando a manifestar en contra de algunas acciones realizadas por él y sus compinches del consejo de administración. Callando a Biris silencia casi en su totalidad al resto del estadio y por tanto maneja más a su antojo al club, evitando de paso que la prensa aproveche esa situación para desgastar aún más su debilitada imagen. Es lo que tienen los dictadores fascistas, ellos son así y a nosotros nos ha tocado uno, que en cuanto las cosas han empezado a ir un poquito mal con la no clasificación a Europa en muchos años da su verdadera cara. Cara que por cierto todos conocíamos, pues Del Nido no es nuevo en el Sevilla, sino que lleva muchos años ambicionando hacerse dueño del club, y eso hace que intente acabar con  cualquier obstáculo que se presente en su camino.




En mis 27 años de carné no he visto pasar a un sólo presidente que haciéndolo mejor o peor no haya tenido que soportar las críticas de la afición sevillista en algún momento de su mandato. Eso va en el sueldo y en el cargo. Tanto que presume Del Nido de llevar muchos años en el fútbol y de tener las espaldas anchas y a las primeras de cambio se lanza a una caza y captura de todo lo que huela a Biris Norte. Este tipo se está intentando cargar el corazón del Sánchez Pizjuán y eso es morder la mano que te da de comer, es atacar a tu propia afición por motivos personales, anteponer tu persona y tus intereses a los del propio Sevilla Fútbol Club. Y eso no se le puede permitir jamás a nadie, y menos aún alguien que utiliza como uno de sus lemas el que "sólo el escudo, el estadio y su AFICIÓN son intocables en este club".




Pero Biris Norte no se deja amedrentar. Bajo la excusa barata de querer acabar con los violentos en la que se escuda el presidente del Sevilla la hinchada de gol norte se rebela y contraataca con mensajes y documentos en los que se desenmascara el verdadero rostro de este tipejo. Un falangista al igual que su padre, que fue militante de Fuerza Nueva, una organización que en la época postfranquista tuvo mucha repercusión con multitud de acciones ilegales en su lucha por defender la dictadura fascista y que hoy en día serían calificadas de terrorismo. Sin lugar a duda alguna, como le gusta decir al mismo Del nido.


Dice José María Del Nido que esta supuesta lucha contra los violentos iba a conllevar un desgaste de su persona pero que asumía ese riesgo. Quizás pretende con estas manifestaciones aparecer como una especie de mártir y adalid de la lucha por la paz. Pero parece que este hombre cree que todos somos tontos. Habría que decirle que su imagen lleva manchada muchos años, con documentos como el anterior, con su imputación y casi segura condena por sus trapicheos en Marbella y por tantas y tantas salidas de tono que en su autoproclamada prepotencia ha ido realizando en los medios de comunicación. 

A Don José María Del Nido le quedaba el cariño de la afición sevillista, ganada a pulso por su esfuerzo y dedicación al equipo de sus amores que ha rubricado bajo su mandato los años más hermosos de la centenaria historia rojiblanca. Pero acabará solo y denostado, carcomido por la obsesión de controlarlo todo, y hasta odiado por aquellos que le prestaron su apoyo, los únicos que lo han hecho en este duro trance que está pasando ante la justicia y que desde ese mismo gol norte que ahora repudia colgaba esta pancarta.


Dejando de lado la asquerosa prensa sevillana, inundada de hijos de puta como Antono Félix del diario El Mundo, que se encargan de no parar de echar mierda en todo este asunto, al presidente del Sevilla si persiste con su arrogante y estúpida actitud sólo queda una cosa que decirle:

DEL NIDO







martes, 11 de septiembre de 2012

EDUCACIÓN SEGREGADA POR SEXOS

Aunque parezca increíble en Andalucía aún existen doce colegios concertados con educación segregada por sexos. De esos doce más de la mitad, concretamente seis, se ubican en Sevilla. La mayoría de estos centros pertenecen al Opus Dei y sólo uno de ellos en la capital permite matricular únicamente a niños. Se trata del colegio Altair, como digo el único de sevilla capital que pretende impedir que se matriculen niñas y seguir recibiendo dinero público.


Afortunadamente una sentencia del Tribunal Supremo ha dictaminado que para el próximo curso estos centros que persistan en su idea de discriminar la matriculación de alguien por cualquier motivo (que en este caso es por un tipo determinado de sexo) no recibirán subvención alguna por parte de los organismos públicos. Lo verdaderamente increíble es que a las alturas de tiempo en que vivimos y con la cantidad de años que hace que se murió Franco siguieran existiendo estos centros educativos pagados por todos los ciudadanos. Cada cual es libre de decidir qué tipo de educación quiere imponer a sus hijos pero una sociedad en la que se intente implantar una sociedad igualitaria no puede permitir que se discrimine a nadie por ningún motivo. El hecho de no permitir la educación a niños de un determinado sexo, nacionalidad o religión debería ser siempre ilegal. 


Catorce años me he llevado en el colegio-instituto Altair. Catorce años inolvidables en los que aprendí a vivir, a disfrutar de la amistad y a conocer los valores propios de un niño que poco a poco entra en la adolescencia y observa como va cambiando su cuerpo, su mente y su alma. Años en los que pasas de ser un niño a ser un hombre, que cambia un mundo imaginario con la vida real. Y cuando sales al mundo exterior descubres que la vida es otra cosa, que las niñas forman parte de la sociedad y que la iglesia deja de ser una obligación para convertirse en una opción.

Ninguna sociedad que se precie de defender la libertad puede subvencionar centros de enseñanza del Opus Dei. Ultracatólicos que minan la personalidad de mentes infantiles, que atemorizan con infiernos inventados, que pregonan la salvación eterna a niños asustados obligados a confesar sus supuestos terribles pecados en confesionarios oscuros y tétricos donde siempre acecha una sotana perversa. ¡JAMÁS CON MI DINERO!



Supuestamente España es un estado aconfesional, un estado en el que según la Constitución no tiene religión oficial. Esto evidentemente es falso, teniendo en cuenta la cantidad de actos en los que dirigentes políticos participan y nos hacen participar a todos con las inversiones públicas y la oficialidad a tantos acontecimientos eminentementes religiosos que contínuamente se suceden a lo largo de la geografía española.



Pero este tipo de educación trasciende más allá de lo religioso, es una educación discriminatoria pues no se permite aprender a alguien por el simple hecho de ser un determinado sexo. Igual que los racistas no permitían a los negros sentarse en los autobuses o a los judíos entrar en una biblioteca es impedir a una niña matricularse en un colegio pagado por todos. Es increíble que se haya tardado tanto en aplicar el sentido común. 

En cualquier caso nada de esto va a empañar mis buenos recuerdos altaireños, en los que no faltó su época reivindicativa, y que aprovecho para desempolvar viejos eslóganes como aquel de "gracias al Altair soy ateo" o el no menos ingenioso "Opus Dei, conmigo no podeis" que a buen seguro seguirán existiendo en la nuevas generaciones únicamente masculinas y ahora uniformadas de este centro escolar. Pero eso sí, ahora y de una vez por todas, sin dinero público...





lunes, 3 de septiembre de 2012

EL MUNDO ES NUESTRO

¿A quién no le gusta el cine? ¿Puede haber alguien que no disfrute viendo una buena peli en alguna de las numerosas y acogedoras salas que hoy en día existen por toda Sevilla? Uno no para de escuchar que la industria cinematográfica está en crisis y los responsables de estas salas de cine andan llorando por los diferentes medios de comunicación quejándose de la cada vez menor afluencia a sus recintos. Uno de los motivos indudablemente es la piratería. Por internet se encuentra con facilidad cualquier estreno y hasta en los mercadillos se puede comprar sin dificultad cualquier película estrenada tan sólo un par de días antes, aunque en muchos casos sean de pésima calidad. Pero otro motivo son los precios. Más allá de la reciente subida del IVA y todo lo que ello conlleva en perjuicio de la cultura y de todo en general, el cine hace tiempo que dejó de ser para mí algo asequible. Tanto tiempo en el puto paro o con trabajos eventuales como tengo en la actualidad me obliga a ser selectivo y un plan nocturno cinematográfico se me va de presupuesto, prefiriendo obviamente cervecitas y si se puede cena baratita. Por eso es de agradecer (y mucho) que por tan sólo 5 pavos haya podido esta semana ir al cine, ver una buena peli y consumir sus correspondientes palomitas con un gran vaso de Coca-Cola. Y dicho esto, ahora hablemos de dicha película.



Para empezar es una comedia hecha por sevillanos y para sevillanos. No quiero decir con esto que no le pueda gustar a los forasteros, por que además está recibiendo algunos premios fuera de la capital de Andalucía. Sino que uno siendo de aquí quizás pueda entender más ciertas cosas, tal y como le pasa a la agente de Burgos queriendo cambiar el itinerario de la cofradía después de cinco años sin salir por culpa de la lluvia (el que haya visto la película lo entenderá).


Las interpretaciones no son nada del otro mundo (ni falta que hace) ni la puesta en escena es espectacular pero te engancha desde el principio con la desquiciante y surrealista entrada de los dos penitentes en el banco, acompañado con una adecuada banda sonora que me recuerda a las melodiosas trompetas de la película Barrio. Y es que aunque parezca que no la música también es de analizar, empezando por la bestial canción de los Narco y siguiendo con la inesperada melodía de Los Chichos.



El guión es divertidísimo y sobre todo muy de aquí ("illo pero tú que haces morcillón que estás amamonao"), como en la escena en que los secuestradores encargan serranitos para todo el mundo. Ingenioso pero seguro desapercibido para muchos la respuesta del Culebra sobre la moto "de la farola de Barrio". Y otro guiño sevillano el que la cajera se llame Macarena y el director en el "siroco" que le entró le cambiase lo de guapa por otro calificativo.

  
Esta comedia no es sólo pa echarse unas risas, aunque ese sea su principal propósito. También tiene su trasfondo reivindicativo, acorde a los tiempos de crisis en que nos encontramos y por eso no es casualidad que la historia transcurra en un banco, con unos personajes que a buen seguro todo espectador relacionará e identificará con personas conocidas.



En definitiva una película que recomiendo, no sólo por que me ha gustado y entiendo que a cualquier sevillano que la vea le va a gustar, sino por su precio tan económico, que por sólo dos euros aún te puede sobrar algún dinerillo pa tomarte unas fresquitas Cruzcampos, de sevillanas maneras...