La cruzada anti-Biris Norte continúa por parte de José María Del Nido. No sólo persisten las exageradas y represivas medidas adoptadas por parte del club en la entrada a la parte central de gol norte sino que el presidente sevillista anuncia con su habitual vehemencia la permanencia "durante los próximos 30 años" de esta injusta persecución.
La respuesta del grupo está siendo igual de vehemente. Su rechazo a soportar este inmundo chantaje está siendo encomiable. Si Del Nido habla de no dar ni un paso atrás Biris Norte responde de la misma manera, no cediendo al chantaje de este dictador y acudiendo puntualmente como los últimos 37 años a su cita en el Sánchez Pizjuán. De mamazo (como diría nuestro gran Joaquín Caparrós) es ver a la peña fuera del estadio dejándose la garganta para animar a nuestro querido Sevilla Fútbol Club. Igual de admirable su presencia siempre incondicional en cada estadio en el que vaya a jugar el equipo más grande de Andalucía. Y con eso quiere acabar el prepotente de Del Nido. Manda huevos...
La estrategia de José María Del Nido está clara. Su intención no es ni más ni menos que intentar acallar a la parte más ruidosa de la afición sevillista que ya se estaba empezando a manifestar en contra de algunas acciones realizadas por él y sus compinches del consejo de administración. Callando a Biris silencia casi en su totalidad al resto del estadio y por tanto maneja más a su antojo al club, evitando de paso que la prensa aproveche esa situación para desgastar aún más su debilitada imagen. Es lo que tienen los dictadores fascistas, ellos son así y a nosotros nos ha tocado uno, que en cuanto las cosas han empezado a ir un poquito mal con la no clasificación a Europa en muchos años da su verdadera cara. Cara que por cierto todos conocíamos, pues Del Nido no es nuevo en el Sevilla, sino que lleva muchos años ambicionando hacerse dueño del club, y eso hace que intente acabar con cualquier obstáculo que se presente en su camino.
En mis 27 años de carné no he visto pasar a un sólo presidente que haciéndolo mejor o peor no haya tenido que soportar las críticas de la afición sevillista en algún momento de su mandato. Eso va en el sueldo y en el cargo. Tanto que presume Del Nido de llevar muchos años en el fútbol y de tener las espaldas anchas y a las primeras de cambio se lanza a una caza y captura de todo lo que huela a Biris Norte. Este tipo se está intentando cargar el corazón del Sánchez Pizjuán y eso es morder la mano que te da de comer, es atacar a tu propia afición por motivos personales, anteponer tu persona y tus intereses a los del propio Sevilla Fútbol Club. Y eso no se le puede permitir jamás a nadie, y menos aún alguien que utiliza como uno de sus lemas el que "sólo el escudo, el estadio y su AFICIÓN son intocables en este club".
Pero Biris Norte no se deja amedrentar. Bajo la excusa barata de querer acabar con los violentos en la que se escuda el presidente del Sevilla la hinchada de gol norte se rebela y contraataca con mensajes y documentos en los que se desenmascara el verdadero rostro de este tipejo. Un falangista al igual que su padre, que fue militante de Fuerza Nueva, una organización que en la época postfranquista tuvo mucha repercusión con multitud de acciones ilegales en su lucha por defender la dictadura fascista y que hoy en día serían calificadas de terrorismo. Sin lugar a duda alguna, como le gusta decir al mismo Del nido.
Dice José María Del Nido que esta supuesta lucha contra los violentos iba a conllevar un desgaste de su persona pero que asumía ese riesgo. Quizás pretende con estas manifestaciones aparecer como una especie de mártir y adalid de la lucha por la paz. Pero parece que este hombre cree que todos somos tontos. Habría que decirle que su imagen lleva manchada muchos años, con documentos como el anterior, con su imputación y casi segura condena por sus trapicheos en Marbella y por tantas y tantas salidas de tono que en su autoproclamada prepotencia ha ido realizando en los medios de comunicación.
A Don José María Del Nido le quedaba el cariño de la afición sevillista, ganada a pulso por su esfuerzo y dedicación al equipo de sus amores que ha rubricado bajo su mandato los años más hermosos de la centenaria historia rojiblanca. Pero acabará solo y denostado, carcomido por la obsesión de controlarlo todo, y hasta odiado por aquellos que le prestaron su apoyo, los únicos que lo han hecho en este duro trance que está pasando ante la justicia y que desde ese mismo gol norte que ahora repudia colgaba esta pancarta.
Dejando de lado la asquerosa prensa sevillana, inundada de hijos de puta como Antono Félix del diario El Mundo, que se encargan de no parar de echar mierda en todo este asunto, al presidente del Sevilla si persiste con su arrogante y estúpida actitud sólo queda una cosa que decirle:
DEL NIDO
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