lunes, 26 de noviembre de 2012

ENÉSIMO FIASCO A DOMICILIO

Ya nos estamos empezando a acostumbrar peligrosamente haciendo el ridículo a domicilio en esta temporada. Lo de ayer no fue más que una copia de lo que pudimos presenciar en nuestras últimas visitas a Zaragoza o Bilbao, con la diferencia palpable de que ayer había enfrente un muy buen equipo, un bloque sólido y compacto que sin ninguna duda defiende y ataca mejor que nosotros, y por eso ya en la primera parte estaba el partido visto para sentencia, al contrario que ante el Zaragoza o el Athletic, conjuntos estos bastante más endebles y por tanto aún en la segunda mitad tuvimos opciones de sacar algo positivo.

ARBITRAJE CASERO. Evidentemente es absurdo poner como excusa la actuación arbitral del resultado final, como sí hizo Míchel tras el partido. El árbitro también juega e influye en el desarrollo de un encuentro. Es imposible saber qué hubiera pasado si en esa jugada del penalty no hubiera habido expulsión pero lo cierto es que hasta ese minuto veinte prácticamente sólo se había jugado en campo sevillista y parecía cuestión de tiempo que llegase el primer gol atlético. El colegiado de ayer (del que no recuerdo el nombre y ni el más mínimo interés tengo) nos castigó duramente dejándonos con diez tan pronto. Vale que la jugada pudo ser merecedora de pena máxima pero la expulsión es más que rigurosa. Con la tarjeta amarilla a Fazio o a Spahic si hubiera sancionado la primera acción hubiera sido más que suficiente. Pero eligió lo mejor para el nuevo equipo mimado de la capital. Tras el papelito que está desempeñando el Real Madrid ahora la alternativa en esta liga son los otros madrileños. Y ojo con tocar a Falcao, cada vez que el colombiano va al suelo es falta sí o sí. Así estában las cosas ayer. En un partido en el que el Sevilla (fiel a su línea) apenas dio patadas fueron tres los expulsados. Y eso que Spahic, que fue el único que repartió alguna que otra, acabó en el terreno de juego. Si hasta Luna acabó en los vestuarios sin haberse vestido de corto y, según el acta, sólo por decirle al árbitro que pitara alguna. Cada vez que visitamos el Calderón nos pasa algo raro y esto ya cansa.

SIMEONE Y FALCAO. La clave de este Atlético es sin ninguna duda Diego Simeone. Ha conseguido que este equipo sea precisamente eso, un equipo. Enchufados desde el primero hasta el último, mordiendo y peleando, bien conjuntados a la hora de defender y con pegada y contundencia arriba. Es significativo ver que aún con el 3-0 en el marcador el argentino se desgañitaba desde la banda, síntoma evidente de que quiere mantener la tensión en todo momento en sus jugadores, no dejándole ni un ápice de relajación aun a pesar de la consigna clara de bajar el pie del acelerador en la segunda mitad. El Cholo sabe que el fin de semana que viene puede romper la racha de 13 años sin ganarle al Madrid, dándole de paso la puntilla y dejando la liga vista para sentencia. Porque aunque hasta ahora los pupilos del argentino sean los únicos que le están plantando cara al mejor Barcelona de la historia yo soy de los que piensan que acabarán cayendo y los azulgranas se llevarán esta liga de calle. Simeone está sabiendo dosificar a su plantilla y de momento le están saliendo de maravilla las rotaciones, dando descanso a sus titulares en Europa League y Copa del Rey, especialmente a su estrella Falcao. Muchos comparan al colombiano con Hugo Sánchez pero para mí que es mejor. No sólo puede meter los mismos goles o más sino que tiene más calidad y técnicamente es más completo. Ayer nos la lió cuando en el primer gol gana la partida por arriba y se la lleva provocando el piscinazo teatrero de Coke que finalmente él mismo convertiría. También en el segundo gol inicia la jugada (aunque posiblemente con la mano) y le da el balón a Arda Turán para que por último Spahic redondease un partido horroroso introduciendo el balón en la portería. Radamel Falcao es uno de los grandes del fútbol mundial y seguramente por eso la próxima temporada deje de ser atlético, esa patética afición no merece a un jugador así.

NEGREDO Y MEDEL. No estuvieron ayer en el terreno de juego pero bien que se habló de ellos. Eso de que no vale excudarse en las ausencias para justificar una derrota a mí no me vale en este Sevilla. Es triste afirmar que sin Negredo y Medel ya no hay equipo pero esa es la lamentable realidad actualmente. Casi con toda seguridad con ellos en el campo el Sevilla también hubiera caído, pero saber de antemano que no hay forma humana de suplir estas bajas es muy triste. Para Negredo sólo tenemos a Babá, que hasta ahora no está dando un buen nivel. De todas formas ayer no era día para el senegalés, absolutamente sólo y desasistido, peleó cuanto pudo y al final creó la única ocasión sevillista, junto al tirito a las manos del portero que hizo Reyes en la primera mitad. El bagaje ofensivo del Sevilla fue realmente pensoso. A Courtais ni se le vio. 

Para suplir al chileno sí que hay más opciones. Míchel se decantó por Kondogbia a pesar de estar entre algodones durante la semana, de lo cual se deduce que Campaña definitivamente ha pasado al ostracismo dejándolo nuevamente fuera de la convocatoria tras hacer lo propio ante el Betis y que en Javi Hervás simplemente no confía el técnico madrileño.

Es díficil destacar a alguien en el Sevilla de ayer. Si acaso Fernando Navarro, que tras fallar la semana pasada en el derby estuvo más o menos en su línea. Fue sin duda el mejor de la defensa a pesar de que se le fuera Arda Turán en el segundo gol y al menos se le vio alma. Anoche no se puede salvar ni siquiera a jesús Navas, incapaz de irse ni tan siquiera una vez en todo el partido y que acabó siendo sustituído, cosa que no le pasaba desde hace casi dos años. Desaparecido el centro del campo, no se pueden dar más facilidades atrás cuando te tiran cinco veces y te meten cuatro goles, con un Palop que está yendo de menos a más y no lo digo sólo por el fallo en el cuarto gol sino por la sensación de inseguridad que está dando últimamente. Por cierto, no se puede ser más torpe que Rakitic, dándole motivos al árbitro casero para ser expulsado cuando el partido estaba ya más que resuelto y perdiéndose de una forma tan tonta el próximo partido.

LOS COJONES EN MADRID, SEÑOR DEL NIDO. No debe de sorprendernos que en el Calderón insulten a los sevillanos, deseen la muerte a algún jugador nuestro o se mofen de la memoria de nuestro eterno Antonio Puerta. A mí personalmente no me duelen sus insultos. Viniendo de quien vienen, unos descerebrados delincuentes que van de racistas por la vida y luego idolatran al "sudaca" Falcao o que homenajean como si fueran héroes a quienes "valientemente" le quitaron la vida a un chaval que iba con su novia y con la bufanda de la Real Sociedad no nos deben producir otra cosa más que indiferencia. Ni siquiera nos debe sorprender el que el resto de aficionados atléticos no sólo no silben o critiquen esos cánticos sino que les rían la "gracia", empezando por Cerezo, Gil Marín y los demás sinvergüezas que pueda haber en el palco colchonero. Y tanpoco es de extrañar que el colegiado de turno omita esos insultos en el acta, ni que nadie de la Federación Española o el Comité Antiviolencia se pronuncie al respecto. Lo verdaderamente preocupante es que nuestro presidente, ése que con tanta vehemencia y desición se empeñó en "echar a los violentos del Sánchez Pizjuán" se calle y no defienda nuestro escudo con la misma firmeza con la que actuó contra Biris Norte. Aquí en su "cortijo", donde parece que lo tiene todo muy bien controlado, es muy valiente pero urge de una vez por todas una queja formal, alguna reacción por parte de nuestro "osado" presidente, a ver si va a resultar que para el Señor Del Nido es más importante acabar con los que le insultan a él que ir contra los que intentan (insisto, solo intentan) humillar al Sevilla y a los sevillanos. Con la Uefa habría que dar, que ya cerraron ese estadio cuando se oyeron gritos racistas ante el Olimpique de Marsella, a cuyos aficionados las fuerzas de seguridad presentes en las gradas apalearon vilmente, incluso manteniendo detenido sin justificación alguna a algunos de ellos.



lunes, 19 de noviembre de 2012

UNA MANITA PARA LA HISTORIA

Lo de anoche fue un partido de esos que se recordarán toda la vida. Algo que podremos contar a nuestros hijos o nietos, porque haber tenido la inmensa fortuna de vivirlo en vivo y en directo merece la pena precisamente por eso. Más allá de disfrutar humillando al eterno rival está el sentirse orgulloso de saber que formas parte del equipo más grande de Andalucía, ese que manda en su capital y que defiende con el mayor de los honores el nombre de la ciudad: SEVILLA.

GRAN PRIMERA PARTE. El primer tiempo jugado anoche por el Sevilla ha sido sin duda el mejor que mis 27 temporadas de socio recuerdan. Incluso mejor que aquel partido ante el Real Madrid, en el que el equipo de Caparrós ridiculizó al entonces entrenado por Queiroz endosándole también un 4-0 al descanso. Aquel día el Sevilla hizo un partidazo, y precisamente Reyes fue uno de los protagonistas de aquel encuentro, en aquella ocasión volviendo loco a Rubén y anoche cogiéndole las vueltas a Nelson. Sí, aquello estuvo bien, pero lo de ayer fue mejor, ya lo creo que fue mejor...

ASÍ SE JUEGA UN DERBY. Todos recordamos aquellos derbys con Joaquín Caparrós en el banquillo. En aquellos tiempos éramos nosotros los modestos, digamos que los menos favoritos. El Betis contaba con mayor presupuesto y por lo tanto supuestamente mejores jugadores. Pero nosotros contábamos con la sangre roja de nuestro Joaquín, y una semana antes el de Utrera ya estaba bombardeando con mensajes motivadores a nuestra plantilla, de modo que el resultado en aquella época fue muy superior para nosotros, incapaces los verderones de doblegar a los guerreros Caparrionanos. Después la cosa cambió y el Sevilla se convirtió en un equipo campeón, un plantel de leyenda que lo ganaba todo y ahí, evidentemente, en los derbys no había más color que el rojiblanco. Muchos años hacía que el Betis no llegaba por encima nuestra a este partido, esos cuatro puntos de diferencia hacían pensar a más de uno que quizás las cosas se habían igualado, que a lo mejor hasta los verdes venían un punto por encima. Pero nada más lejos de la realidad. Ni siquiera en el Sevilla de Caparrós vi a un equipo tan intenso, con tanta garra y rabia yendo a degüello a por el enemigo como el que anoche saltó al césped del Sánchez Pizjuán. Toda una lección de como hay que afrontar un partido como este.

TODO EMPIEZA UNA SEMANA ANTES. Yo fui el primero en poner en duda que las palabras de Míchel al término del partido en San Mamés fuesen beneficiosos para el equipo. Pero es evidente que me equivoqué. Acusar a los jugadores de no sentir la camiseta que llevaban no hizo más que enrabietar a una plantilla que salió a morder como auténticas fieras. Ya algunos jugadores como Palop o Negredo aceptaron las palabras del míster de buen grado y se apuntaron a la guerra junto al resto del equipo y bien que se demostró luego en el terreno de juego. Ésto unido al anuncio por parte de Biris Norte de volver a su gol norte debieron espolear a nuestra plantilla, que no me puedo imaginar lo que sentirían al saltar al campo y ver esa grada llena de banderas rojiblancas por primera vez esta temporada. Horas antes ya pudieron disfrutar un adelanto en el entrenamiento matutino al que también tuve la suerte de asistir. Miles de personas allí animando en lo que fue una reedición de lo ocurrido la temporada pasada, el mismo día que se presentaba Babá y visitábamos el Villamarín, con lo que también fue una gran primera parte de nuestro equipo y de Reyes, aunque el resultado no fuera tan bueno como el de este año. Esta temporada los otros nos han vuelto a copiar, como en tantas cosas en las que siempre nos andan imitando, pero con el resultado que todos hemos podido ver. Que sigan así, siempre por detrás de nosotros en todo...

EL GOL TEMPRANERO. El primer gol nada más empezar el partido es un claro ejemplo de lo que se pudo ver después durante todo el encuentro. Un Sevilla presionando desde el primer segundo, obligando a recular hasta meter el balón en la portería. Porque mucho se está hablando del "regalo" del portero verdiblanco, pero poco he escuchado la gran definición de Reyes. Cierto que le dan el balón pero no menos cierto es que lo hace de maravilla, conduciendo el esférico y clavándolo en toda la escuadra. Parece evidente que esa fue una de las premisas de Míchel, presionar hasta que el balón llegase al portero y ahí presionar aún más. Poco (por no decir nada) me importa lo que le pase al otro equipo de ciudad. Pero no me parecería justo que se condenase de por vida al guardameta bético por lo ocurrido anoche. Es verdad que no estuvo bien pero es que en el Betis ayer no estuvo bien nadie. Seguro que a Adrián esto le marcará de por vida, encajar 5 goles ante el eterno rival es una losa imposible de olvidar. Aunque quizás no toda la culpa sea de él, empeñados como parecen muchos en la escuadra verdolaga a encumbrar a porteros canteranos tan rápido como luego los vuelven a hundir, casos de Doblas o Castro.

REYES Y FAZIO. El ejemplo de que un derby no es un partido corriente lo comprobamos nada más mirar los goleadores y mejores jugadores del partido. Rayes y Fazio han sido dos de los jugadores más criticados esta temporada y sin embargo ayer se salieron. Empeñado Mel como estaba en tapar la banda derecha, sin duda por lo visto hasta ahora el auténtico peligro sevillista, descuidó la banda izquierda, dando vía libre a un José Antonio Reyes al que se le vió realmente enchufado, rápido, atento y extraordinariamente motivado. Aparte aunque lo intentara tampoco el Betis fue capaz de tapar el flanco derecho, donde un tal Álex Martinez (creo que se llama así) no era capaz de parar a Navas, y menos aún con la poca ayuda que recibía de Juan Carlos. Anulado Beñat bajo la atenta mirada del pittbullg Medel, al Betis sólo le quedaba esperar algún error nuestro atrás, y precisamente otro que no suele fallar nunca como es Fernando Navarro erró en el despeje y posibilitó que su goleador Rubén Castro anotase. Por cierto, no dudo que Beñat tenga calidad, aparte porque yo ya lo comprobé por primera vez cuando éste visitó la ciudad deportiva con el filial bético hace un par de años, pero a mí me pareció muy lento y con sobrepeso. En cuanto a Fazio, para mí fue el mejor del partido, incluso por encima de Reyes. No sólo metió dos auténticos golazos en lo que es su punto fuerte, el juego aéreo, sino que defendiendo estuvo imperial. Mandó atrás como sólo los grandes centrales saben hacerlo y subió con fuerza y decisión, adelantando las líneas por lo que se convertía así en el primer atacante sevillista. Su cambio de look con esa barba puede que por fin nos haga ver al nuevo Fazio, ese que tiene todas las cualidades para convertirse en uno de los grandes pero hasta ahora siempre se acaba quedando en el camino.

CUARTA MANITA. Esta es la cuarta vez que le metemos cinco goles al terno rival. La superioridad sevillista en los derbys es abrumadora y así debe seguir siendo. La última vez fue en la década de los 40, hace ya unos 70 años. En aquella ocasión formaba parte de nuestro equipo la mítica delantera Stuka. Berrocal y Raimundo fueron los goleadores. De eso hace mucho tiempo, por eso es tan díficil lo que ayer hicieron nuestros jugadores. Mas allá de las facilidades defensivas que dio el rival el Sevilla ayer lo dio todo y más para humillar a nuestro mayor enemigo, en una goledada que pudo ser hasta mayor. No es el primer partido este año que nuestro equipo nos hace disfrutar, pues ya se dejaron la piel ante Real Madrid y Barcelona. Viéndolos ayer parece mentira que estos jugadores fuesen los mismos que la cagaron en La Romareda o San Mamés. Es tarea de Míchel (y así lo dijo en la rueda de prensa tras el partido) terminar con esa irregularidad. En un torneo como la liga es precisamente eso lo que se necesita para lograr los objetivos, regularidad. Este Sevilla hasta el momento da una de cal y otra de arena, siendo lejos de casa donde parece venirse abajo con demasiada facilididad. Jugando como anoche es seguro que estaremos arriba y el año que viene en Europa. Ahora que todo apunta a que la normalidad vuelve a las gradas del Sánchez Pizjuán estoy seguro que todos remaremos para que el Sevilla que veamos habitualmente sea el de partidos como el de ayer. El asalto al Calderón es una buena prueba de choque, ante un rival muy enrachado. Mientras tanto disfrutemos de esta goleada histórica, demostrando una vez más quien manda en SEVILLA.

lunes, 12 de noviembre de 2012

OTRO RIDÍCULO PARTIDO FUERA DE CASA

Otro encuentro lamentable del Sevilla fuera del Sánchez Pizjuán, en el que la falta de intensidad y concentración sobre todo durante la primera parte nos hicieron cosechar una nueva derrota, en una pésima racha que se acerca peligrosamente a la que la temporada pasada le costó el puesto a Marcelino.

Quizás por eso Míchel en la rueda de prensa inmediatamente posterior al encuentro arremetía contra los jugadores aunque al principio intentara morderse la lengua. No veo mal que el técnico le dé un toque de atención a la plantilla, pero no creo que hacerlo público beneficie al juego de los nuestros, y menos ante la inminente disputa del derbi. Viendo que su paso por el Sevilla puede convertirse en un fiasco más que en un aldabonazo para su carrera en los banquillos, impidiéndole a lo mejor el salto a algún club champions como su Real Madrid, optó ayer por hacer que Rakitic jugase algo más escorado a la izquierda, cosa sorprendente teniendo en cuenta que fue él mismo quien descartaba esta opción no hace mucho argumentando lo que todos pudimos comprobar en la segunda mitad, que por el centro puede rendir bastante más el croata, a pesar del mal partido que hizo ayer. Pero no sólo se le puede culpar al técnico madrileño de no encontrar soluciones para la banda izquierda. El mismo año que según el club se rechazaba una oferta de 14 millones por el eterno lesionado Perotti se malvendía creo que por 3 milloncitos a Diego Capel, o precisamente este fin de semana hemos podido presenciar otro golazo por toda la escuadra de Luis Alberto con el filial del Barcelona. Jugadores ambos seguro que más fiables que lo que hoy en día tenemos para esa banda izquierda. Como seguro podrían ser buenas opciones Alberto Moreno o Rabello que ha mantenido entrenando Míchel durante la semana con el primer equipo y que ante las ausencias de Manu y Perotti se especuló con su posible conovocatoria. No es que yo sea muy partidario de cargar con la responsabilidad a los canteranos, pero seguro que ésta sería una llamada de atención más eficaz que las palabras ayer de nuestro entrenador. Sólo hay que esperar a que Míchel se atreva, al menos nos garantizaría más lucha y entrega, la misma que ayer ofreció Cala y seguro que también Luna, al que apartó de la titularidad en San Mamés aún sigo sin saber para qué.

El otro cambio de Míchel fue el de Cala por Cicinho. Es cierto que al brasileño se le ve cansado, pero puede que este descanso también se deba a que las prestaciones defensivas del lateral no sean las más fiables. Mucho se ha hablado de las similitudes de este jugador con Daniel Alves. Y sí que es verdad que existen, ambos llegaron de Brasil con cuerpos manifiestamente mejorables físicamente y con unos conceptos defensivos escasos aunque con calidad, proyección ofensiva y sobre todo mucho margen de mejora como grandes proyectos de futuro. Pero existe una diferencia enorme entre un caso y el otro. El hoy jugador barcelonista contó como primer entrenador en España con Joaquín Caparrós, que se emperró en enseñarle a defender insistiendo en que continuara como lateral a pesar de que medio sevillismo rumiaba para que lo subiera al puesto de interior dadas las contínuas facilidades defensivas que daba en cada encuentro. Pero el de Utrera se mantuvo en sus trece hasta hacer de él el mejor lateral derecho del mundo. En el caso de Cicinho dudo mucho que con Míchel sea capaz de aprender todos esos conceptos defensivos que son inevitables para triunfar en el fútbol europeo, tan distinto al suramericano.

El encuentro de ayer a mí me pareció un calco al de hace dos semanas en La Romareda. Una primera parte horrible, con unos errores defensivos del tebeo y un rival que se pone dos goles arriba sin hacer prácticamente nada más que cierto orden defensivo y algo más de intensidad y presión que los apáticos jugadores sevillistas. Y ahora intenta remontar en la segunda parte, ante un rival aún más encerrado y con los consabidos problemas cara al gol que tiene este año el equipo. Y es que cada vez parece más evidente que aquí como no marque Negredo no marca (casi) nadie. El delantero suplente de momento no da el nivel para un equipo con aspiraciones europeas en la liga española, porque si bien Babá aportó mucha entrega y siempre en alguna se pone cara al gol no clava ni una. Y eso amigo mío para alguien que debe vivir de esto es cavarse su propia tumba.

A Reyes y Campaña lo de siempre. A uno que se le debe exigir más (por lo que cobra y por ser quien es) y al otro que no aprovecha su enésima oportunidad (ahora muchos se preguntarán sino hubiera sido mejor haberle buscado una buena cesión). Pero lo cierto es que poco más alumbra este Sevilla, con de nuevo una pareja nefasta de centrales que además contagia a los laterales y hasta al mismo Palop.

Nos alejamos peligrosamente de la cabeza de la clasificación y ahora mismo estamos en mitad de la tabla, en el límite entre los puestos europeos y los del descenso. Y todo ello ante la visita del otro equipo de la ciudad y la salida ante el "patético" de Madrid. A nadie se le escapa que tampoco el ambiente es el más adecuado para encarar estos partidos, con una afición dividida y un ambiente encrespado por la chulería del prepotente presidente que tenemos, que ha provocado una situación perfectamente evitable si su egocentrismo no fuese lo que más le importara.

Pero ahora no me queda otra que lanzar un mensaje de optimismo y apelar al sentimiento que a todos los que sentimos en rojiblanco nos embarga. No me cabe duda de que a pesar de que algunos idiotas (lo siento si a alguien ofendo, pero no me sale otro calificativo) duden del amor al Sevilla Fútbol Club que tienen (tenemos) los Biris éstos no van a fallar en este momento tan importante. Desde la semana pasada se viene hablando de este tema y de la búsqueda por ambas partes de una solución, pero independientemente de lo que ocurra quiero confiar y confío en que el gol norte rugirá como siempre lo ha hecho, y que todo este tiempo que han mantenido enjaulados esos gritos hará que los cánticos y las palmas suenen con más rabia que nunca, que el Ramón Sánchez Pizjuán va a ser la de las grandes ocasiones para demostrarle a todo el mundo (por si todavía algún mentecato no lo sabía) quien manda en esta ciudad, la misma que lleva el nombre del equipo más grande que jamás haya dado Andalucía: SEVILLA FÚTBOL CLUB

lunes, 5 de noviembre de 2012

UN SEVILLA PLANO

Vaya por delante que lo normal es que este partido se hubiera ganado. En circunstancias normales un equipo como el Levante no debería haber obtenido un punto ofreciendo una apuesta tan rácana sobre un terreno de juego. Y que conste que no seré yo quien critique ese tipo de fútbol, y menos aún cuando se trata de un club con un presupuesto tan bajo e inmerso en tres competiciones. El Levante vino a por un punto, a jugar al cero a cero y a esperar que ante la desesperación rival alguna contra bien ejecutada por el veloz Martins les diera opción a llevarse de Sevilla el premio gordo de la victoria. Pero siendo honestos con diez tíos metidos prácticamente en su área y con Fazio y Spahic sin dejar la más mínima oportunidad para ello cualquier aficionado granota debe darse con un canto en los dientes con este puntito, que con su buena dosis de fortuna consiguen valiéndoles para seguir en puestos europeos y por encima de, hoy por hoy hay que reconocerlo, un rival directo en la lucha por entrar en Europa, en una liga en la que al igual que la anterior se meterá el que menos falle.

No sólo la fortuna y el buen trabajo ultradefensivo de JIM, con el casi cuarentón Ballesteros como líder indiscutible de la zaga, fueron los motivos de la obtención de ese punto. La falta de gol en este Sevilla es un hecho evidente. La Negredodependencia no es buena cosa, entre otras cosas porque se encuentra demasiado sólo arriba y en partidos como el de ayer, en el que se las vio y se las deseó con los duros defensas valencianos, va a acabar fundido. Además no hay lugar a rotaciones para Michel. Mientras el Levante reservaba a 10 jugadores en su encuentro copero el Sevilla casi repite equipo. Y eso no sólo se nota en el delantero vallecano sino que se puede apreciar en jugadores como Rakitic (cansado a su vez de no encontrar con quien combinar jugadas) o en Cicinho, que cada vez acompaña menos a Navas por esa banda derecha.

El Sevilla empezó bien, presionando mucho, aportando la intensidad necesaria para romper la telaraña tejida por la escuadra valenciana. Todo parecía presagiar que se conseguiría algún gol, con lo que hubiera obligado a los azulgranas a arriesgar algo si quería no caer derrotado, pero la falta de acierto y los errores en el último pase perpetrados sobre todo por Jesús Navas hicieron que el Levante se fuera asentando en su propuesta futbolística mientras el Sevilla se iba enredando cada vez más y más.

Sólo al final, con los cambios de Míchel que además llegaron demasiado tarde se estuvo a punto de lograr el ansiado gol. Pero esta vez no se culminó ese rebote o no se acertó en esa jugada a balón parado que tanto fruto nos está dando este año y el marcador quedó tal y como empezó.

Creo que aún es pronto para demonizar a Babá, pero motivos está dando el segenalés para ello. Viéndole es justo preguntarse si este jugador vale realmente los tres kilos y medio que se pagaron por él, cuando chavales como Rodri o Luis Alberto que incomprensiblemente se dejaron marchar no parecen mucho peores que él. Yo no me atrevo a juzgar ya al delantero africano habiéndolo visto sólo unos ratitos, pero esto me recuerda (salvando las infinitas distancias, por supuesto) a las críticas y hasta mofas que surgieron con otro africano que nada más llegar fallaba goles cantados y parecía lento y torpe llamado Kanouté y que con el tiempo se convirtió en una de las grandes leyendas que han pasado por el Sánchez Pizjuán. (Insisto, salvando las distancias, entiéndaseme la comparación).

Los minutos de Campaña sí fueron buenos. Fue el último en entrar y sin embargo el que más peligro creó, porque Reyes aunque lo intentó y arriesgó no paró de perder balones, aunque en su defensa diré que no creo que estuviese el partido para él. Con tantos rivales defendiendo y tan pocos espacios "este" Reyes díficilmente puede hacer algo más de lo que hizo ayer.

Tampoco parece que ayer la apuesta de Luna solucionase los sempiternos problemas de la banda izquierda. Entre lo complicado de romper la veterana defensa levantinista y las pocas ayudas de Fernando Navarro (gran defensor pero romo en ataque) el canterano fue un quiero y no puedo toda la noche, aunque yo no lo descarto para futuros partidos.

En definitiva ayer vimos un Sevilla plano en ataque, con pocos recursos ofensivos más allá de los innumerables centros de Jesús Navas (se le sigue resistiendo su primera asistencia de gol en la temporada), las llegada de Medel (demasiado estático a veces dentro del área) y las jugadas ensayadas en los córners. Jugadas estas últimas que me están sorprendiendo gratamente este año. Acostumbrados temporada tras temporada a no crear apenas peligro en estas jugadas es ilusionante la expectación que se está empezando a crear cuando nuestros jugadores se disponen a sacar de esquina y cada partido nos sorprenden con algo nuevo.

Otro tema es lo del aspecto de la grada. En un día lluvioso, con una horario pésimo para jugar un domingo, un rival poco vistoso y habiendo jugado hacía sólo unos días otro partido en casa la afluencia al estadio fue penosa. El maldito negocio en que se ha convertido este maravilloso deporte llamado fútbol va a acabar por destruirlo. Y si además la sinrazón de Del Nido tiene enjaulados a los que animan el cotarro, los que levantan al resto del estadio y crean el ambiente que desde hace tantos años se ha vivido en el Sánchez Pizjuán pues apaga y vámonos. Así nos luce el pelo. Bueno a ti no , Del nidito de los cohone...