Otro encuentro lamentable del Sevilla fuera del Sánchez Pizjuán, en el que la falta de intensidad y concentración sobre todo durante la primera parte nos hicieron cosechar una nueva derrota, en una pésima racha que se acerca peligrosamente a la que la temporada pasada le costó el puesto a Marcelino.
Quizás por eso Míchel en la rueda de prensa inmediatamente posterior al encuentro arremetía contra los jugadores aunque al principio intentara morderse la lengua. No veo mal que el técnico le dé un toque de atención a la plantilla, pero no creo que hacerlo público beneficie al juego de los nuestros, y menos ante la inminente disputa del derbi. Viendo que su paso por el Sevilla puede convertirse en un fiasco más que en un aldabonazo para su carrera en los banquillos, impidiéndole a lo mejor el salto a algún club champions como su Real Madrid, optó ayer por hacer que Rakitic jugase algo más escorado a la izquierda, cosa sorprendente teniendo en cuenta que fue él mismo quien descartaba esta opción no hace mucho argumentando lo que todos pudimos comprobar en la segunda mitad, que por el centro puede rendir bastante más el croata, a pesar del mal partido que hizo ayer. Pero no sólo se le puede culpar al técnico madrileño de no encontrar soluciones para la banda izquierda. El mismo año que según el club se rechazaba una oferta de 14 millones por el eterno lesionado Perotti se malvendía creo que por 3 milloncitos a Diego Capel, o precisamente este fin de semana hemos podido presenciar otro golazo por toda la escuadra de Luis Alberto con el filial del Barcelona. Jugadores ambos seguro que más fiables que lo que hoy en día tenemos para esa banda izquierda. Como seguro podrían ser buenas opciones Alberto Moreno o Rabello que ha mantenido entrenando Míchel durante la semana con el primer equipo y que ante las ausencias de Manu y Perotti se especuló con su posible conovocatoria. No es que yo sea muy partidario de cargar con la responsabilidad a los canteranos, pero seguro que ésta sería una llamada de atención más eficaz que las palabras ayer de nuestro entrenador. Sólo hay que esperar a que Míchel se atreva, al menos nos garantizaría más lucha y entrega, la misma que ayer ofreció Cala y seguro que también Luna, al que apartó de la titularidad en San Mamés aún sigo sin saber para qué.
El otro cambio de Míchel fue el de Cala por Cicinho. Es cierto que al brasileño se le ve cansado, pero puede que este descanso también se deba a que las prestaciones defensivas del lateral no sean las más fiables. Mucho se ha hablado de las similitudes de este jugador con Daniel Alves. Y sí que es verdad que existen, ambos llegaron de Brasil con cuerpos manifiestamente mejorables físicamente y con unos conceptos defensivos escasos aunque con calidad, proyección ofensiva y sobre todo mucho margen de mejora como grandes proyectos de futuro. Pero existe una diferencia enorme entre un caso y el otro. El hoy jugador barcelonista contó como primer entrenador en España con Joaquín Caparrós, que se emperró en enseñarle a defender insistiendo en que continuara como lateral a pesar de que medio sevillismo rumiaba para que lo subiera al puesto de interior dadas las contínuas facilidades defensivas que daba en cada encuentro. Pero el de Utrera se mantuvo en sus trece hasta hacer de él el mejor lateral derecho del mundo. En el caso de Cicinho dudo mucho que con Míchel sea capaz de aprender todos esos conceptos defensivos que son inevitables para triunfar en el fútbol europeo, tan distinto al suramericano.
El encuentro de ayer a mí me pareció un calco al de hace dos semanas en La Romareda. Una primera parte horrible, con unos errores defensivos del tebeo y un rival que se pone dos goles arriba sin hacer prácticamente nada más que cierto orden defensivo y algo más de intensidad y presión que los apáticos jugadores sevillistas. Y ahora intenta remontar en la segunda parte, ante un rival aún más encerrado y con los consabidos problemas cara al gol que tiene este año el equipo. Y es que cada vez parece más evidente que aquí como no marque Negredo no marca (casi) nadie. El delantero suplente de momento no da el nivel para un equipo con aspiraciones europeas en la liga española, porque si bien Babá aportó mucha entrega y siempre en alguna se pone cara al gol no clava ni una. Y eso amigo mío para alguien que debe vivir de esto es cavarse su propia tumba.
A Reyes y Campaña lo de siempre. A uno que se le debe exigir más (por lo que cobra y por ser quien es) y al otro que no aprovecha su enésima oportunidad (ahora muchos se preguntarán sino hubiera sido mejor haberle buscado una buena cesión). Pero lo cierto es que poco más alumbra este Sevilla, con de nuevo una pareja nefasta de centrales que además contagia a los laterales y hasta al mismo Palop.
Nos alejamos peligrosamente de la cabeza de la clasificación y ahora mismo estamos en mitad de la tabla, en el límite entre los puestos europeos y los del descenso. Y todo ello ante la visita del otro equipo de la ciudad y la salida ante el "patético" de Madrid. A nadie se le escapa que tampoco el ambiente es el más adecuado para encarar estos partidos, con una afición dividida y un ambiente encrespado por la chulería del prepotente presidente que tenemos, que ha provocado una situación perfectamente evitable si su egocentrismo no fuese lo que más le importara.
Pero ahora no me queda otra que lanzar un mensaje de optimismo y apelar al sentimiento que a todos los que sentimos en rojiblanco nos embarga. No me cabe duda de que a pesar de que algunos idiotas (lo siento si a alguien ofendo, pero no me sale otro calificativo) duden del amor al Sevilla Fútbol Club que tienen (tenemos) los Biris éstos no van a fallar en este momento tan importante. Desde la semana pasada se viene hablando de este tema y de la búsqueda por ambas partes de una solución, pero independientemente de lo que ocurra quiero confiar y confío en que el gol norte rugirá como siempre lo ha hecho, y que todo este tiempo que han mantenido enjaulados esos gritos hará que los cánticos y las palmas suenen con más rabia que nunca, que el Ramón Sánchez Pizjuán va a ser la de las grandes ocasiones para demostrarle a todo el mundo (por si todavía algún mentecato no lo sabía) quien manda en esta ciudad, la misma que lleva el nombre del equipo más grande que jamás haya dado Andalucía: SEVILLA FÚTBOL CLUB
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